Noviembre 5 – En diciembre de 2015, la Asamblea General de la ONU estableció el 5 de noviembre como el Día Mundial de Concienciación sobre los Tsunamis. Fue una idea original de Japón, que, desafortunadamente, se ha visto expuesto a estos desastres en repetidas ocasiones a lo largo de los años. Este país tiene una gran experiencia en áreas tales como la alerta temprana de tsunamis, la acción pública y la reconstrucción posterior a los desastres para conseguir reducir los impactos futuros. La Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres se encarga de promer la celebración del Día, en colaboración con las organizaciones relevantes del sistema de las Naciones Unidas.
La palabra «tsunami» (o sunami) está formada por las palabras japonesas «tsu» (puerto) y «nami» (ola). Un tsunami es una serie de olas gigantescas que se producen por una perturbación bajo el agua, por lo general, asociada con los terremotos que ocurren en el fondo del océano o cerca de él.
Las erupciones volcánicas, los deslizamientos de tierras submarinas y las desprendimientos de rocas costeras también pueden provocar un tsunami, al igual que el impacto de un gran meteorito en el océano. Se originan a partir de un movimiento vertical del fondo marino, con el consiguiente desplazamiento de la masa de agua.
Las olas del sunami normalmente parecen muros de agua que golpean violentamente la costa durante varias horas en intervalos de entre 5 y 60 minutos. La primera ola suele ser imperceptible, pero le siguen otras de una magnitud sin precedentes. El agua retrocede tierra adentro, mientras que una nueva ola se precipita arrastrando consigo los numerosos residuos y daños causados por las olas anteriores.
Fuente: https://www.un.org/es/observances/tsunami-awareness-day/background